SENDERISMO LA RENDIJA

LA RENDIJA

La Rendija es una gruta natural abierta en la cara sur del cerro “Tocón”, en el término municipal de Herencia (Ciudad Real).
Como su nombre indica, se trata de una hendidura o grieta estrecha y alargada (unos diecisiete metros de longitud por uno de altura y ocho de profundidad) que mira hacia el SE desde la ladera más rocosa y escarpada del cerro.
Solo por la singularidad de este paraje natural y por el hermoso paisaje del entorno merecería la pena , pero además,  la Rendija atesora en sus paredes interiores y en su techo unas valiosas pinturas rupestres de tipo esquemático .

Desde Herencia tomamos la carretera Cuenca – Ciudad Real en dirección Puerto Lápice. A la salida del pueblo y a la altura de una fuente pública llamada “De los Sepulcrillos”, tomamos el camino asfaltado que sale a la izquierda y lo seguimos hasta el final (unos 4 Kilómetros) Llegamos al paraje llamado “La Pedriza”, conocido también como “La copa” por el curioso depósito que allí se alza en tal forma. Hay un gran pozo de agua potable en el interior de unos edificios, dos ermitas y una amplia zona arbolada donde se celebran Romerías y meriendas. Tomamos el camino hacia el oeste, en dirección Puerto Lápice. Tras 2500 m. aproximadamente, se incorpora otro camino por la derecha, unos 500 m. después sale, también por la derecha, un carril que se adentra en los olivares, hacia el cerro y que acaba en un caserío abandonado y en ruinas. Aquí dejamos el vehículo que hayamos traído e iniciamos la breve marcha. Tomamos el camino hacia el oeste, en dirección Puerto Lápice. Tras 2500 m. aproximadamente, se incorpora otro camino por la derecha, unos 500 m. después sale, también por la derecha, un carril que se adentra en los olivares, hacia el cerro y que acaba en un caserío abandonado y en ruinas. Aquí dejamos el vehículo que hayamos traído e iniciamos la breve marcha Cruzamos el olivar en dirección al cerro y, donde acaban los olivos, vemos una senda amplia que asciende por la ladera. La rendija se ve perfectamente en la parte alta del roquedal. A veces la senda se pierde entre las piedras, por lo que caminaremos ascendiendo directamente hacia la siempre visible formación geológica. Tras recorrer unos 500 m. de dura pendiente, alcanzaremos una plataforma de piedra inclinada unos 30º. Con cuidado de no escurrirnos, ascendemos por ella hasta la entrada de la cueva, a la que se accede por el extremo izquierdo. Hemos llegado